A partir de los doce años, los menores atraviesan una etapa de cambios rápidos respecto a las edades anteriores. Entre otros cambios, uno de los más determinantes es que comienzan a probar alternativas de comportamiento diferentes a las que han aprendido de sus padres y escuela, caracterizándose porque se afianza el pensamiento independiente.
Por esto padres y madres se ven sorprendidos ante el nuevo rechazo que empieza a surgir entre sus hijos e hijas. Hasta este momento, menores que aceptaban la opinión, consejo y orientación de sus padres y madres parecen ahora rechazarlos por sistema.
Y, sin embargo, a pesar de que todos estos cambios son muy ciertos, la realidad es que la situación únicamente deriva en un problema cuando las familias no realizan los ajustes necesarios a esta nueva situación, considerante las nuevas características y deseos de los adolescentes.
Además de ello, también es frecuente que con el cambio de ciclo educativo y de centro se pongan de manifiesto dificultades que habían pasado desapercibidas hasta este momento. Sumar estas dificultades a los intensos cambios que ocurren a esta edad, con frecuencia, es demasiado para algunos ellos y se agrava o instaura una situación de Trastorno.
En el Grupo ALBOR-COH contamos con una amplia experiencia en psicología educativa y de la salud y, a diferencia del modo tradicional de actuar, analizamos la situación de cada menor y su familia, considerando tanto sus necesidades como sus fortalezas. Iniciamos la intervención con menores, con una valoración exhaustiva e integral de las características personales de cada menor y sus circunstancias familiares, escolares y sociales. La finalidad de esta evaluación es diseñar y ejecutar un Plan Individualizado de Ayuda al Desarrollo.