19 May No críes a tu hijo para que sea feliz
No críes a tu hijo para que sea feliz, críalo para que viva todas las emociones. Sólo así será capaz de enfrentar y resolver todas las situaciones que le deparará la vida.
Las emociones y la psicología
Todo en esta vida no es ser feliz, sentimos ser tan duros con esta afirmación. Pero creemos firmemente en la necesidad de experimentar todas las emociones: tristeza, duelo, enfado… y sí, felicidad.
Una emoción es una reacción física y psicológica, que responde a una función adaptativa de nuestro organismo a lo que nos rodea.
Así que no es tan importante la emoción, si no la gestión que llevamos a cabo con ella, cuando la sentimos.
Etimológicamente viene de E= energía y MOTION= moción, movimiento. Energía en movimiento.
Malas emociones – No críes a tu hijo para que sea feliz
¿Cuántas veces has oído a alguien decirle a otra persona “pero no llores”?
Nuestro contexto cultural nos ha llevado hacia un ocultamiento y falta de aceptación de lo que conocemos, comúnmente, como “malas emociones”.
Los seres humanos podemos racionalizar (es básicamente lo que nos diferencia de otros animales). Así que, por qué no trabajar mejor con las emociones. Comprenderlas, afrontarlas y convertirlas en decisiones y acciones.
Las emociones primero se sienten y después se racionalizan. Lo más beneficioso es aceptarlas, vivirlas y trabajar con ellas. Ser conscientes y responsabilizarnos de ellas, por nuestro propio bien.
Apartemos la idea de que existen emociones positivas y negativas. Las emociones sirven para dar energía a nuestras acciones, aunque cada emoción tenga sus acciones predilectas.
Independientemente de las “sensaciones” que nos hagan sentir, más o menos agradables, experimentémoslas y dejemos que nuestros hijos las experimenten durante su crianza. Solo así podrán afrontarlas mejor durante su adultez.
No críes a tu hijo para ser feliz
Ser capaces de gestionar nuestras emociones es fundamental, y la paternidad juega un papel muy importante en este aspecto.
Así que no críes a tu hijo para ser feliz, enséñale para que cuente con una capacidad superior para controlar sus emociones, solo así será mucho más feliz, ya que podrá satisfacer mejor sus necesidades y dominar los hábitos mentales.
¿Necesitas ayuda con la gestión de las emociones como padre? ¿O crees que podemos ayudar a tu pequeño a «navegar por ellas»? Consúltanos, somos expertos en psicología conductual.
Lucia Navas
Publicado a las 14:11h, 19 mayoMaravilloso documento, ser padres es complicado y normalmente replicamos lo aprendido, cambiar esas conductas siempre ayuda y con las palabras de los profesionales se entiende muchísimo mejor. Gracias de nuevo por este maravilloso post.